En una entrevista realizada hace pocos días en Radio Rivadavia AM 630, el economista Carlos Melconian lanzó un fuerte mensaje sobre el tipo de cambio argentino: el modelo actual «no está en equilibrio» y se encuentra «al límite», con reservas netas negativas y un esquema cambiario que calificó de insostenible a mediano plazo.
Melconian enfatizó que el mercado cambiario vigente opera bajo una intervención estatal constante, con restricciones al cepo cambiario y ventas del Banco Central que calificó de dólares que no son propios. Según él, esa estrategia no solo es vulnerable, sino que ya está en “zona roja”.
Uno de sus comentarios más impactantes fue advertir que en los últimos tres meses el sector privado sacó 10.000 millones de dólares del sistema financiero, equivalentes al superávit energético anual previsto en Vaca Muerta, lo que genera una presión cambiaria insostenible.
El economista no se limitó a la crítica técnica: señaló que el Banco Central está vendiendo divisas futuras para contener la cotización del dólar, insistiendo en que ese régimen tiene fecha de vencimiento. Subrayó que la población ya anticipa esta situación dolarizando sus carteras, incluso si los discursos oficiales tranquilizan a los mercados.
Melconian también lanzó una mirada más amplia: aunque reconoció el esfuerzo por contener el déficit fiscal, criticó la estrategia como un parche poco sostenible, sin anclaje político ni institucionalidad a largo plazo. Lo definió como un escenario de “parche, licuadora y motosierra”, marcado por decisiones apresuradas sin un marco estructurado.
Por su parte, calificó la estrategia oficial de acumulación de reservas como engañosa: “Argentina tiene reservas netas negativas desde 2022”, y lo que se anuncia como fortaleza muchas veces es deuda disfrazada, con consecuencias severas para la confianza y la estabilidad