Home / Política / Milei muestra su insensibilidad con nueva frase sobre el hambre: “si la gente no llega a fin de mes la calle estaría llena de cadáveres”

Milei muestra su insensibilidad con nueva frase sobre el hambre: “si la gente no llega a fin de mes la calle estaría llena de cadáveres”

En una conferencia en Buenos Aires realizada anoche, el presidente Javier Milei reafirmó su retórica moralmente vacía al afirmar que “si fuese cierto que la gente no llega a fin de mes, la calle tendría que estar llena de cadáveres”. Esta declaración se suma a la polémica expresión que pronunció en mayo pasado tras salir de La Rural, cuando al ser confrontado con la pobreza, respondió: “si la gente no llegara a fin de mes ya se hubiera muerto”

En la conferencia, en respuesta a preguntas sobre la crisis económica y el deterioro del poder adquisitivo, Milei dijo textualmente:

“Si fuera cierto que la gente no llegara a fin de mes, la calle tendría que estar llena de cadáveres”.

La frase generó perplejidad incluso entre su propio auditorio, y fue interpretada como una reafirmación de una visión donde el sufrimiento social no es motivo de alarma estatal, sino mera estadística o asunto de supervivencia individual.

No se trató de un lapsus, sino de una constante discursiva. En varias ocasiones, Milei ha normalizado la marginalidad como un fenómeno inevitable.
En mayo de 2024, desde La Rural, al ser interpelado por un periodista que afirmaba que “la gente no llega a fin de mes”, el presidente replicó de modo crudo:

“Si la gente no llegara a fin de mes se estaría muriendo en la calle… y bueno, si no llegaran a fin de mes ya se hubieran muerto” .

Ese día también justificó la retención de más de cinco millones de kilos de alimentos almacenados en galpones ministeriales como algo sin valor urgente, aduciendo que eran productos antiguos y responsabilizando a trabajadores sociales de “perder su curro” .

Estos dichos no son declaraciones aisladas: forman parte de un bloque ideológico. Milei no ve víctimas, sino prescindibles. Para él, la muerte por hambre no es una falla del sistema sino la falta de fortaleza moral individual.

En un país donde casi la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza, justificar el hambre como un mecanismo de orden —en lugar de una emergencia humanitaria— es un síntoma de cómo el poder puede despojarse de empatía y de responsabilidad institucional.

La conferencia de anoche fue otra muestra de la falta de lectura social de una gestión que prioriza los números y desestima la dignidad humana. Si las murallas del Estado no significan nada frente al hambre, ¿qué quedará para las mayorías vulnerables?

Este tipo de discursos revelan gobiernos que no están desalineados con la realidad: convencidos de que no tener compasión es una estrategia política más. Y esa es una forma de brutalidad que no se puede naturalizar.

Etiquetado: