Diego Olivieri fue condenado a dos años y tres meses de prisión efectiva por agredir, hostigar y violar la intimidad de su expareja, Gabriela Fernández Aberastain. El fallo, dictado por el juez Ariel Parrillis, incluyó los delitos de amenazas, distribución indebida de correspondencia y lesiones leves agravadas por el vínculo y la violencia de género, en concurso real.
La audiencia se llevó a cabo con Olivieri presente por primera vez en la sala, aunque solicitó seguir el debate desde una sala contigua. Al momento del veredicto, fue esposado y retirado sin mostrar emoción ni expresar arrepentimiento.
El proceso judicial estuvo marcado por la firmeza de la víctima, el arrepentimiento de una de las imputadas y un enfoque con perspectiva de género. La causa también involucraba a Tatiana Yaccarini, quien difundió el video íntimo tras recibirlo de Olivieri. Para evitar una condena, ofreció una reparación económica a Fernández Aberastain y pidió disculpas públicas durante la audiencia, visiblemente conmovida:“Estoy totalmente arrepentida”, declaró con la voz entrecortada.
Yaccarini también denunció haber sido víctima de violencia por parte de Olivieri. Relató un episodio humillante en un supermercado donde él le quitó el gorro que usaba por un tratamiento oncológico, solo para obtener un turno prioritario. Afirmó haber vivido maltrato psicológico, físico y económico durante la relación.
Gabriela Fernández Aberastain, quien esperó cinco años por esta sentencia, escuchó en silencio y con entereza. Respondió:“Hace cinco años esperaba estas disculpas. No quiero más odio ni más maldad, quiero justicia”.Este fallo sienta un precedente clave en la lucha contra la violencia de género y la difusión no consentida de contenido íntimo en la provincia de San Luis.