Lo que debía ser una noche de pasión futbolera entre Independiente y Universidad de Chile terminó siendo una noche de horror. Violentos enfrentamientos en la tribuna del estadio Libertadores de América derivaron en una tragedia sin precedentes, con información aún en desarrollo sobre policías ausentes y críticas a la cobertura mediática que, según sectores del club rojo, omitió hablar de la responsabilidad de su presidente, Néstor Grindetti.
Incidentes y consecuencias
Al inicio del segundo tiempo, apenas unos minutos después del reinicio, estalló una serie de disturbios en las tribunas: hinchas visitantes incendiaron asientos, lanzaron butacas, botellas y bombas de estruendo, y protagonizaron actos de vandalismo en los baños del sector Paconi Alta.
Ante esta situación, se ordenó el desalojo del sector, pero los hechos se intensificaron. Barras de Independiente ingresaron violentamente a la tribuna visitante, usando bates, fierros y otros objetos contundentes. Simpatizantes de la “U” fueron agredidos salvajemente, algunos resultaron desnudados y heridos; hubo víctimas que cayeron al vacío presuntamente empujadas, y se registraron escenas estremecedoras, incluyendo un menor de 14 años gravemente atacado.
Debido a la magnitud de la violencia, Conmebol suspendió definitivamente el encuentro y abrió un expediente disciplinario contra ambos clubes.
Según versiones —aún sin una confirmación oficial independiente—, no hubo presencia policial efectiva en las tribunas durante los graves incidentes, lo que habría contribuido al derrumbe del orden en el estadio.
Dimensión del suceso
Algunos informes incluso hablan de una auténtica tragedia: se mencionan tres muertos, cientos de heridos (incluidos niños) y arrestos masivos, con más de 300 personas apresadas, entre ellas simpatizantes de Universidad de Chile.
La postura de Grindetti y el silencio mediático
El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, salió a negar cualquier responsabilidad del club. Atribuyó los incidentes exclusivamente a la hinchada chilena, señalando que “las prevenciones que se tomaron eran las lógicas” y acusando a la U de ser “un público desquiciado”, reclamando sanciones únicamente para el club visitante.
Diversos sectores del ambiente futbolero y hinchas del Rojo afirman que «los medios tapan a Grindetti», denunciando que la cobertura periodística minimizó o evitó mencionar sus declaraciones y su rol en la organización del operativo de seguridad del partido.