Ayer se vivió una jornada histórica para la comunidad universitaria argentina: la Marcha Federal Universitaria recorrió ciudades de todo el país, y en Villa Mercedes también se organizó una movilización multitudinaria, con estudiantes, docentes, autoridades universitarias y vecinos, que marcharon con entusiasmo hasta plazas y espacios públicos. En todas partes, la convocatoria giró en torno al rechazo de los vetos presidenciales a la Ley de Financiamiento Universitario y a la Ley de Emergencia Pediátrica.
En Villa Mercedes, la marcha comenzó alrededor de las 17:30 horas, con una concentración que creció visiblemente mientras se acercaba el momento clave en Diputados. Autoridades de la Universidad Nacional de Villa Mercedes, junto con representantes de ADU, SIDIU y agrupaciones estudiantiles locales, encabezaron el recorrido que partió desde puntos céntricos de la ciudad hasta la plaza principal. El ambiente estuvo marcado por cánticos, carteles, bombos, y ese aire festivo que se palpitaba desde temprano: había muchas expectativas por lo que se avecinaba en la sesión parlamentaria.
A medida que la votación en la Cámara de Diputados se hacía pública, la alegría creció: los manifestantes se enteraron de que los vetos habían sido rechazados por amplia mayoría. La Ley de Emergencia Pediátrica fue ratificada por 181 votos a favor, 60 en contra y 1 abstención, mientras que el rechazo al veto de la Ley de Financiamiento Universitario contó con 174 votos afirmativos, 67 en contra y 2 abstenciones.
El grito fue unánime: “Ganó la educación pública”, “Ganó la salud pública”, resonaba en plazas y calles. En Buenos Aires frente al Congreso se depositó toda la euforia de quienes hace semanas vienen exigiendo presupuestos dignos, sueldos justos, condiciones de trabajo decentes para docentes y no docentes. En Villa Mercedes no fue diferente: tras conocerse los resultados, hubo abrazos, aplausos, mensajes compartidos en redes, lágrimas de alivio para algunos, y una sensación de que la movilización sí había tenido impacto.
La Cámara baja, con esa votación, le dio un claro mensaje al gobierno de Javier Milei: quedó patente que el ajuste en salud y educación no cuenta con respaldo legislativo suficiente. Las leyes rechazadas –la de financiamiento y la de emergencia pediátrica– ahora pasarán al Senado para su ratificación definitiva.