Este miércoles 24 de septiembre por la tarde, una intervención policial evitó una tragedia: un joven de 25 años intentaba quitarse la vida cortándose en la vía pública y fue detenido y asistido por las fuerzas del orden y el personal médico municipal.
Según fuentes oficiales, alrededor de las 17:30, efectivos de la Comisaría Seccional 30° recibieron un alerta indicando que en la intersección de las calles Miguel B. Pastor y Pedro B. Díaz un joven se encontraba con heridas cortantes y en aparente situación de crisis suicida. Al arribar al lugar, los agentes lo encontraron con marcas visibles en sus brazos. Ante el pedido de ayuda, el joven rechazó recibir asistencia inmediatamente y emprendió la huida hacia el barrio ATE 2.
Los policías iniciaron una persecución que concluyó en la zona de Uruguay y Pirker, donde lograron interceptarlo y disuadirlo de autolesionarse. Fue allí cuando desistió de continuar con su acción y accedió a dejarse asistir por el personal policial, que le brindó contención emocional. Luego fue trasladado por médicos del SEMPRO hacia el Policlínico Juan Domingo Perón, para recibir tratamiento por sus heridas y evaluación psicológica en entorno hospitalario.
Hasta el momento no surgieron versiones oficiales sobre motivaciones del joven ni sobre su estado exacto de salud, más allá de que está internado recibiendo atención. Este tipo de intervenciones policiales —cuando se actúa con rapidez, proporcionalidad y cuidado— puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.










