Independiente Rivadavia de Mendoza escribió anoche la página más grande de sus 111 años: se consagró campeón de la Copa Argentina 2025 al vencer a Argentinos Juniors por penales en el estadio Juan Domingo Perón de Instituto, y aseguró su plaza para la Copa Libertadores 2026. En los 90 minutos igualaron 2–2; en la tanda, la “Lepra” se impuso 5–3.
El partido tuvo de todo. Independiente Rivadavia pegó primero con Alex Arce y, pese a quedarse con diez por la expulsión de Maximiliano Amarfil, amplió la ventaja en el arranque del complemento con un contraataque que definió Matías Fernández. Argentinos reaccionó a pura presión y lo empató con tantos de Alan Lescano y Erik Godoy, para forzar una definición que terminó consagrando a los mendocinos desde los doce pasos.
En la serie, Sebastián Villa marcó el penal decisivo y el arquero Gonzalo Marinelli fue protagonista al contener el remate de Tomás Molina (la ejecución se repitió por adelantamiento y volvió a atajarlo), escena que desató el festejo de las más de 15 mil almas leprosas que coparon una de las cabeceras en Alta Córdoba. Fue el primer título nacional del club en la máxima competencia y la consagración que corona un ciclo que lo había visto ascender a Primera en 2023.
El impacto deportivo es inmediato: con la Copa Argentina en sus manos, Independiente Rivadavia selló el cupo directo a la próxima Libertadores —un hecho inédito para la provincia desde Godoy Cruz— y movió el tablero de las clasificaciones por tabla anual, apretando la pelea entre los grandes por los últimos boletos internacionales.
La noche cordobesa quedará asociada a un equipo que resistió con carácter, sostuvo la ventaja cuando pudo y sobrevivió a la reacción del Bicho, aun terminando con nueve por expulsiones en el desenlace. La Copa Argentina, experta en épicas y sorpresas, encontró en la Lepra su campeón más inesperado y, quizá por eso, más celebrado










