Este domingo, a las 16:00 h en La Bombonera, Boca Juniors recibirá a River Plate en uno de los partidos más esperados del torneo. No se trata simplemente de un clásico más: ambos equipos enfrentan realidades muy distintas y la histórica rivalidad agrega tensión a un contexto que va más allá de los tres puntos.
Cómo llega Boca
Boca aparece con una leve ventaja de confianza tras una victoria como visitante que alivió la presión sobre su técnico. La continuidad del cuerpo técnico está asegurada por ahora, y en los últimos días se habló mucho de la posible inclusión de Ander Herrera como titular, un salto que generó expectativas entre los hinchas. El “Xeneize” sabe que en este tipo de instancias debe aprovechar cada error del rival y generar esa chispa temprana que suele marcar la diferencia en estos partidos.
Cómo llega River
Por su parte, River atraviesa un momento complejo. En los últimos diez partidos el equipo sólo ha conseguido una o dos victorias, lo que generó fuertes cuestionamientos en torno al equipo. Sin embargo, en medio de esa tormenta, el entrenador Marcelo Gallardo renovó su contrato hasta diciembre de 2026, lo que envió un mensaje de respaldo institucional. En conferencia, Gallardo calificó el Superclásico como “una oportunidad para reconocerse” y destacó la importancia de este partido en un momento de adversidad.
Qué observar
- En el aspecto táctico, River podría volver a plantear una línea de cinco defensores, alternativa que Gallardo ya exploró en otras definiciones traumáticas.
- Boca, en cambio, podría apostar por la frescura del mediocampo con Herrera, buscando mayor salto ofensivo desde posiciones interiores.
- La presión de la tribuna será un factor. En La Bombonera, el ambiente juega con ventaja para el local, pero históricamente también añade carga para el equipo que visita si no arranca firme.
Este partido toma aún más relevancia por la situación de River: una derrota complicaría mucho sus chances de pelear por los puestos altos y la clasificación a torneos internacionales. Para Boca, una victoria no sólo reforzaría la confianza, sino que actuaría como motivador de cara a la recta final del torneo. Ambos saben que, más allá del orgullo, el resultado puede tener efectos importantes en la tabla anual, en ingresos y en la moral del plantel.










