Villa Mercedes. Ni la lluvia de este viernes frenó la decisión de los trabajadores judiciales de salir a la calle para hacer oír su reclamo. Desde las primeras horas de la mañana, un grupo de empleados de los tribunales de Villa Mercedes se concentró frente al edificio judicial y marchó por las calles del centro, en el inicio del paro provincial que el gremio del sector viene sosteniendo desde hace varios días.
Con carteles, paraguas y redoblantes, los manifestantes denunciaron lo que consideran un “avasallamiento de otros poderes del Estado y una asfixia financiera hacia la Justicia”, en referencia a las políticas salariales del Gobierno provincial. La medida fue votada en asamblea y se extenderá con nuevas jornadas de paro y movilizaciones a lo largo del mes de noviembre.
“Estamos reclamando una recomposición urgente de los sueldos y la apertura de paritarias que se nos niega desde hace meses”, expresaron algunos trabajadores durante la manifestación frente a los tribunales de calle Lavalle. El tránsito estuvo reducido durante buena parte de la mañana, aunque no se registraron incidentes.
La jornada de protesta en Villa Mercedes fue la antesala de la movilización mayor en la ciudad de San Luis, donde pasado el mediodía los judiciales capitalinos se concentraron frente al Superior Tribunal de Justicia. Allí también se escucharon los mismos reclamos: mejores salarios, independencia del Poder Judicial y rechazo a los recortes presupuestarios.
El conflicto viene escalando desde principios de semana. El Sindicato de Judiciales Puntanos (SIJUPU) acusa al Gobierno de “vaciar de recursos” al Poder Judicial y de interferir en la autonomía del tribunal superior. En respuesta, desde el Superior Tribunal se recordó que las medidas de fuerza generan demoras en los trámites y que podrían aplicarse descuentos por los días no trabajados, lo que tensó aún más la relación.
Pese al mal clima, la convocatoria en Villa Mercedes superó las expectativas del gremio y dejó en claro que el descontento no se limita a la capital. Los manifestantes aseguraron que, si no hay respuesta antes del 15 de noviembre, volverán a salir a las calles.
