El dólar oficial alcanzó un precio de venta de $1208,88 en el Banco Nación este viernes, luego de iniciar la jornada en $1205 . Esta escalada se produce en un contexto complejo: pese a haber eliminado el cepo cambiario en abril, el acceso a dólares frescos —no basados en endeudamiento— sigue restringido, augurando consecuencias negativas para la economía del país.
Problema de fondo: falta de dólares genuinos, no de deuda
El surge creciente demanda por dólares no financieros —por viajes, importaciones o ahorro— no encuentra suficiente oferta generada por la actividad económica real. Las exportaciones agrícolas aportan divisas, pero estas están contrarrestadas por el aumento de importaciones y pagos de deuda, lo que mantiene la banca central con reservas netas negativas cercanas a USD –7 000 millones.
Como consecuencia, el Banco Central apenas puede sostener la cotización dentro de la banda de flotación (entre $1 000 y $1 400), vendiendo dólar futuro sin acumular reservas reales.
¿Qué significa esto?
Pérdida de poder adquisitivo: El peso se sigue deteriorando, empujado por la depreciación diaria, mientras los sueldos y jubilaciones no acompañan el ritmo.
Impacto en precios y pobreza: Con la inflación aún elevada, el alza del dólar presiona precios, reduciendo ingresos reales de las familias vulnerables.
Desempleo y caída de la producción: La incertidumbre cambiaria frena inversiones; las empresas del sector industrial y PYME postergan decisiones, limitando el empleo formal.
Inequidad social: Mientras sectores acomodados logran acceder al dólar a través de cuentas, MEP, CCL o ahorro informal, los sectores populares enfrentan restricciones en el acceso mientras ven recortado su poder de compra.
Según consultoras, el dólar oficial podría cerrar el año en torno a $1 338, dentro del techo de la banda. Sin embargo, sin un flujo sostenido de dólares genuinos, la inflación podría acelerarse si el BCRA se ve obligado a devaluar abruptamente. Además, el acceso al financiamiento externo —incluido el segundo desembolso del FMI— depende de lograr niveles de reservas, lo cual se complica ante la salida constante de divisas .
El avance del dólar oficial hacia niveles récord refleja que la economía argentina tiene un serio problema de oferta de divisas genuinas, no solo de deudas. Este restringido acceso amenaza con corrosión del salario real, nuevos brotes de inflación, una reindustrialización estancada y una profundización de la desigualdad social.