La votación de ayer sacudió el tablero político: La Libertad Avanza (LLA), la fuerza del Gobierno nacional liderada por Javier Milei, quedó última en las elecciones provinciales, muy lejos de aspirar siquiera a un balotaje. La derrota caló hondo, más aún cuando se sabe que días antes el propio oficialismo fue expulsado de una caravana electoral por vecinos, y además se detectó que publicaron encuestas internas que lo posicionaban erróneamente como firme candidato a segunda vuelta.
Resultado electoral demoledor
- El candidato de LLA, Lisandro Almirón, terminó en último lugar entre seis fórmulas, obteniendo apenas un 9,97 % de los votos, según datos oficiales al contabilizar las mesas. El oficialista Juan Pablo Valdés, del oficialismo provincial, ganó la gobernación en primera vuelta con amplia ventaja el 51,9 % de los votos.
El desplome llega en un momento sensible para el Gobierno: Corrientes era una de las pocas provincias que elegían gobernador este año y representaba la oportunidad de LLA para demostrar músculo electoral.
Días antes, durante una caravana proselitista en Corrientes, viviendo insultos y empujones, vecinos repudiaron la presencia de Karina Milei, Martín Menem y Lisandro Almirón, hasta el punto de que la comitiva fue evacuada en pocos metros de recorrido. El operativo generó fuerte impacto mediático y reflejó el creciente cansancio popular hacia el oficialismo libertario.
La imagen del oficialismo ya se veía deteriorada cuando se conocieron encuestas internas del Gobierno que lo mostraban como candidato casi seguro al balotaje —una percepción que resultó ser completamente errónea. Esa sobredosis de confianza y comunicación errónea se tradujo en una difusión apresurada de “datos positivos” que hoy suenan huecos frente al resultado final.
