Francia atraviesa uno de los peores incendios forestales del año, con consecuencias devastadoras para el sur del país. El foco ígneo, declarado en la región de Occitania, más precisamente en el macizo de Corbières (departamento de Aude, cerca de Narbona), ya arrasó más de 13 mil hectáreas de monte, viviendas y campos, convirtiéndose en el siniestro más extenso del verano europeo.
Según autoridades locales, una mujer de 60 años falleció calcinada en su vivienda, en la comuna de Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse, al negarse a evacuar. Además, hay una persona desaparecida, y nueve heridos confirmados, entre ellos dos en estado grave. Siete de los heridos son bomberos que combatían el fuego en condiciones extremas.
El incendio se desató en medio de un panorama crítico: temperaturas superiores a los 40 °C, vientos intensos y una sequía prolongada convirtieron los bosques del sur francés en un polvorín. Las llamas avanzaron con velocidad inusitada, alcanzando los 6 kilómetros por hora y cercando a pueblos enteros.
Despliegue masivo y evacuaciones
Para enfrentar el desastre, el gobierno movilizó a 1.800 bomberos, apoyados por aviones Canadair, helicópteros y tropas del ejército. La prefectura de Aude ordenó la evacuación de 15 municipios, incluidos campings, residencias rurales y zonas turísticas. Más de 2.500 hogares quedaron sin electricidad y al menos 25 viviendas y 30 vehículosresultaron completamente destruidos.
La autopista A9, una de las principales vías entre Francia y España, fue cerrada al tránsito entre Narbona y Perpiñán, y también se interrumpieron tramos de la A61.
El presidente Emmanuel Macron expresó su pesar por las víctimas y declaró que “todos los recursos del Estado están al servicio del operativo”. Por su parte, el primer ministro François Bayrou y el ministro del Interior Bruno Retailleauviajaron a la zona para coordinar tareas de emergencia.
Especialistas en medio ambiente alertaron que este tipo de incendios extremos, frecuentes en zonas como California, Australia y Grecia, se están volviendo cada vez más comunes en Europa occidental. “El cambio climático está estresando nuestros bosques. Lo que antes era excepcional, hoy es parte del nuevo normal”, expresó el climatólogo Jean Paul Drouin a medios locales.
Un verano bajo fuego
Francia, España, Italia y Portugal han sufrido en los últimos meses una ola de incendios sin precedentes, con miles de hectáreas quemadas, pérdidas millonarias en la agricultura y evacuaciones masivas. La situación genera preocupación en toda Europa, que observa con alarma cómo el verano se convierte en una temporada de catástrofes.
