Este martes, gobernadores de diversas provincias argentinas se congregaron en la sede provisoria del Consejo Federal de Inversiones (CFI) en Buenos Aires, con el objetivo de analizar estrategias para afrontar la significativa reducción de los fondos coparticipables y la paralización de la obra pública nacional.
Según datos de la Comisión Federal de Impuestos, las transferencias automáticas a las provincias registraron una caída del 26,2% interanual en mayo. Esta merma se atribuye principalmente a la disminución en la recaudación de impuestos como Ganancias e IVA.
En términos reales, se estima que las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibirán casi $7,4 billones menos que dos años atrás, lo que representa una pérdida cercana al 1% del Producto Bruto Interno (PBI).
Ante este escenario, los mandatarios provinciales debatieron sobre la implementación de herramientas alternativas de financiamiento para proyectos de infraestructura. La reunión, titulada “Nuevas fuentes de financiamiento para el desarrollo de una infraestructura federal”, tuvo como propósito principal encontrar soluciones para continuar con obras esenciales, especialmente en áreas como rutas y servicios básicos, que se han visto afectadas por la falta de fondos nacionales.
El encuentro contó con la presencia de gobernadores de distintos signos políticos, entre ellos Axel Kicillof (Buenos Aires), Claudio Poggi (San Luis), Alfredo Cornejo (Mendoza), Sergio Ziliotto (La Pampa), y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), entre otros. Esta diversidad refleja una preocupación compartida más allá de las diferencias partidarias, evidenciando un consenso federal frente a la crisis financiera que enfrentan las provincias.
La reducción de los fondos coparticipables ha tenido un impacto directo en la paralización de obras públicas en todo el país. Muchas provincias han debido suspender proyectos de infraestructura vitales, afectando no solo el desarrollo económico regional, sino también la calidad de vida de sus habitantes. Además, la falta de inversión en servicios esenciales como salud y educación ha generado preocupación entre los mandatarios provinciales.
En este contexto, los gobernadores buscan establecer un diálogo con el Gobierno Nacional para garantizar una distribución más equitativa de los recursos y asegurar la continuidad de las obras y servicios fundamentales para sus provincias.