El séptimo mes del año comenzó con una ola de aumentos que afecta de lleno al costo de vida de los argentinos. Desde este lunes 1° de julio rigen nuevas subas en combustibles, alquileres, prepagas, colegios y transporte, lo que amenaza con acelerar nuevamente la inflación y profundizar el malestar social en un contexto de salarios estancados y fuerte recorte del gasto público.
El paquete de ajustes responde, en gran parte, a regulaciones previamente anunciadas y postergadas por el Gobierno, sumadas a la actualización automática de contratos indexados por inflación. Sin embargo, para millones de argentinos, el efecto es uno solo: un nuevo impacto directo en el poder adquisitivo.
Combustibles: suba moderada, impacto acumulativo
La petrolera estatal YPF aumentó un 3,5 % promedio en naftas y gasoil, producto de la actualización parcial del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Aunque el Gobierno optó por una suba “dosificada”, ya adelantó que el próximo tramo del ajuste impositivo será trasladado en agosto, lo que mantendrá la presión alcista sobre los precios al consumidor.
Según estimaciones privadas, el combustible ya lleva acumulado más de un 40 % de suba en lo que va del año.
Alquileres: vencen contratos con subas superiores al 180 %
Con la derogación de la Ley de Alquileres, el mercado quedó librado a la libre negociación. Sin embargo, quienes renuevan contratos firmados hace un año bajo el esquema anterior enfrentan aumentos promedio del 180 % al 220 %, según datos de cámaras inmobiliarias.
El panorama se agrava en grandes centros urbanos, donde la escasa oferta y la demanda sostenida empujan precios récord. El 50 % de los inquilinos dedica más del 40 % de sus ingresos al alquiler, según reveló una encuesta de Inquilinos Agrupados.
Prepagas y salud: nuevas cuotas y tensiones judiciales
Las empresas de medicina prepaga aplican desde este mes un ajuste del 4,5 % al 7 %, según el plan y prestadora. Si bien el Gobierno había establecido límites a los aumentos a través de la Ley de Bases, varias firmas interpusieron recursos judiciales para evitar topes a la suba de cuotas.
La consecuencia: el sistema vuelve a mostrar desigualdad en el acceso, con usuarios que migran a planes más económicos o directamente abandonan la cobertura por imposibilidad de pago.
La inflación baja, pero el bolsillo no lo siente
Aunque el Gobierno celebra una inflación mensual inferior al 2 %, los aumentos de julio generan dudas sobre la continuidad de esa desaceleración. Para consultoras privadas, el mes podría cerrar con un rebote al 2,8 % o más, empujado por los precios regulados.
La estabilidad cambiaria —pilar del programa libertario— se mantiene a costa de un fuerte ajuste fiscal, un dólar planchado y creciente endeudamiento en moneda local, pero no logra aliviar la economía cotidiana.
“La economía no arranca, el consumo está destruido y la clase media no da más”, expresó un analista económico a este medio. En redes sociales, el hartazgo se multiplica: los hashtags #JulioDeAjuste y #NoSeAguantaMás fueron tendencia durante el fin de semana.