Como cada 7 de agosto, la fe, la esperanza y la tradición se congregan en torno a la figura de San Cayetano, el santo patrono del pan, el trabajo y la salud. En un contexto económico complejo, cientos de fieles villamercedinos se preparan para participar de las celebraciones religiosas que, año tras año, renuevan su vigencia como símbolo de unión espiritual y compromiso solidario.
La Parroquia San Cayetano, ubicada en el barrio ATE I, sobre la calle San Cayetano entre Urquiza y Rivadavia, se convierte en el epicentro de una serie de actos litúrgicos que comenzaron el 29 de julio con la tradicional novena, que incluye misas diarias a las 15:00, 17:00 y 20:00 horas (y los domingos a las 11:00), cada una con una intención especial: por las familias, los jóvenes, los enfermos, los trabajadores y por la paz, entre otros.
El jueves 7 de agosto, día central de la festividad, se llevará a cabo la Misa Solemne a las 16:00, y luego la multitudinaria procesión por las calles del barrio Las Mirandas, donde se espera la participación de cientos de personas. Las misas también se celebrarán a la medianoche, a las 7:00, 18:00, 20:00 y 23:00, con la tradicional bendición y entrega de pan como símbolo de esperanza y sustento.
“Esta fiesta religiosa es una reafirmación de la esperanza frente a la incertidumbre, un encuentro y una celebración de la memoria popular. La devoción, la tradición y la fe convergen para rendir homenaje al santo que representa las aspiraciones del pueblo: pan para alimentar y trabajo para dignificar”, expresaron desde la parroquia.
San Cayetano, nacido en Vicenza (Italia) en 1480 y fallecido en Nápoles en 1547, fue canonizado en 1671. Su figura se popularizó en Argentina a partir de 1968, cuando el padre Ángel Sallaberremborde impulsó una transformación en la devoción popular: en lugar de dejar velas, animó a los fieles a realizar donaciones concretas para los más necesitados, fortaleciendo así el vínculo entre la fe y la justicia social.
En Argentina, miles de personas acuden cada año al Santuario de San Cayetano en Liniers, Ciudad de Buenos Aires, donde suelen formarse filas que se extienden por más de diez cuadras. El lema que acompaña la peregrinación de este año es: “Junto a San Cayetano, caminemos con fe y compromiso por paz, pan, salud y trabajo”.
San Cayetano en tiempos de crisis
La conmemoración de San Cayetano adquiere especial relevancia en tiempos de dificultades económicas y sociales. En su homilía, los sacerdotes reflexionarán sobre el valor del trabajo digno y la solidaridad, destacando la importancia de mantener viva la esperanza, aun en medio de la incertidumbre.
En Villa Mercedes, como en cada rincón del país donde se lo venera, el templo no solo es un lugar de oración, sino también de encuentro comunitario y acción solidaria. La figura del santo se convierte, así, en un faro espiritual que convoca a todos los sectores de la sociedad a no perder la fe y seguir apostando por un futuro mejor.