Tras diez días de enfrentamientos, la guerra abierta entre Israel e Irán ha alcanzado un nuevo punto crítico con la intervención directa de Estados Unidos. Israel y EE. UU. han ejecutado ataques a gran escala contra instalaciones nucleares y militares iraníes, mientras Irán responde con olas de misiles y drones sobre territorio israelí.
Lo que está pasando:
- Ataques israelíes – Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han bombardeado durante la madrugada del lunes objetivos clave en centrales nucleares de Irán, incluidos Fordow, Natanz e Isfahán, junto con centros de comando militar en Teherán.
- Intervención de EE.UU. – En lo que se denominó “Operación Midnight Hammer”, EE.UU. lanzó misiles Tomahawk y grandes bombas bunker-buster equipadas en bombarderos B-2, destruyendo parcialmente instalaciones nucleares iraníes.
- Respuesta de Irán – Irán lanzó más de 150 misiles balísticos y drones (Operación “Promesa Verdadera III”) contra bases militares israelíes y ciudades como Tel Aviv, Haifa y Beersheba. La defensa aérea israelí interceptó muchos, pero hubo impacto en infraestructuras civiles y un ataque directo al hospital Soroka en Beersheba, generando daños significativos.
- Víctimas y daños – Según fuentes iraníes, más de 950 personas murieron en Irán y alrededor de 3.000 resultaron heridas desde el inicio de los bombardeos . En Israel, se registraron varios heridos y daño en infraestructuras civiles, incluyendo hospitales y viviendas.
- Impacto diplomático y estratégico – Trump:
- Autorizó los ataques estadounidenses sin concenso del parlamento.
- Sugirió la opción de un cambio de régimen en Irán.
Iran está considerando responder bloqueando el Estrecho de Ormuz, disparando el precio del petróleo y agregando presión internacional .
- Reacción internacional – Estados Unidos, países de Occidente, Irán y Rusia han intercambiado fuertes críticas. Naciones Unidas y la Unión Europea llaman al cese de hostilidades ante el riesgo de guerra regional.
Irán ha advertido que “será quien ponga fin a esta guerra” y no descarta atacar intereses estadounidenses o cerrar la navegación en el Golfo Pérsico mientras que Israel reafirma que continuará con su ofensiva para eliminar la amenaza nuclear iraní. En Estados Unidos se evalúa avanzar hacia un cambio de régimen, aunque otra parte del Gobierno lo niega. Las potencias globales estudian sanciones, despliegue naval y bloqueos que podrían traspasar el conflicto a una escala mayor .
El conflicto ya no es bilateral. Con Israel, EE.UU. e Irán involucrados directamente, el riesgo de escalada en Oriente Medio es real. El mundo observa con preocupación el siguiente paso, mientras millones esperan un llamado a la diplomacia antes de que cualquier disparo desborde la región.
