Desde la asunción del presidente Javier Milei en diciembre de 2023, los combustibles en Argentina han experimentado un aumento acumulado del 277,5%. Este incremento ha tenido consecuencias significativas en la economía, elevando los costos de transporte y producción, y contribuyendo directamente al aumento de la inflación.
A partir del 1 de junio de 2025, se aplicó un nuevo ajuste del 1% en los precios de la nafta y el gasoil, como resultado de una actualización parcial en los impuestos a los combustibles líquidos. Esta medida se suma a una serie de incrementos anteriores:
- 37% en diciembre de 2023
- 26% en enero de 2024
- 6,5% en febrero de 2024
El impacto en la inflación es directo. Según cifras oficiales, el índice interanual alcanzó el 271,5% en junio de 2024, con un acumulado del 79,8% solo en el primer semestre del año. El sector de servicios públicos, que incluye combustibles, registró un incremento del 14,3% solo en junio.
Además, el consumo de combustibles muestra señales de retracción, con quince meses consecutivos de caída en las ventas, afectando a estaciones de servicio y al sector logístico en general.
El contexto inflacionario y el encarecimiento de insumos generan una presión adicional sobre empresas, transporte y consumidores, que ya ven resentido su poder adquisitivo.