Desde hoy martes 1° de julio, los precios de la nafta y el gasoil volverán a aumentar en todo el país. La petrolera estatal YPF aplicará un alza del 3,5 % en sus surtidores, motivada por un reciente incremento en los impuestos a los combustibles, que se había postergado en cuotas para morigerar el impacto en los precios finales .
El ajuste responde al decreto 441/2025, por el cual el gobierno de Javier Milei incrementó el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y el del dióxido de carbono (IDC). Se trata solo de una fracción de la actualización pendiente, con el resto postergado hasta agosto.
La actualización impositiva acumulada que el gobierno viene retrayendo ajustes previstos por ley en el impuesto, ahora decidió aplicar una porción para mostrar voluntad fiscal ante el FMI.
Efecto dominó en el mercado: YPF retoma el ajuste luego de que Axion, Shell y Puma incrementaran sus precios un 5 % en junio. La estatal posterga aumentos parciales para evitar un impacto brusco, pero termina trasladándolos a los consumidores.
El aumento de combustibles actúa como un piso sobre la inflación: según consultoras privadas, los regulados —como la nafta— ya empujan al alza de los precios generales, estimando una inflación de 2 % en junio. Señalan que:
- La suba impositiva genera una presión mínima por litro, pero acumulada, alimenta la inflación.
- Los sectores populares y medianos, especialmente aquellos que dependen del transporte, sufren el impacto más fuerte.
Algunas estimaciones privadas destacan que los combustibles ya aumentaron 40 % en lo que va del año, mientras que el reciente ajuste de 1 % en junio fue anunciado como “ajuste invisible”, aunque sumó pesos directos al costo de vida.
La combinación de aumentos sucesivos en energía, transporte y alimentos lleva a muchos hogares al límite:
- Un 50 % de los argentinos no puede cubrir los gastos mensuales y el 30 % posterga pagos de servicios.
- A pesar de la baja de la inflación desde 12,8 % mensual en noviembre 2023 a 1,5 % en mayo 2025, el gobierno ha avalado un fuerte recorte del Estado, reducir subsidios y aumentar deuda para estabilizar el dólar, sin lograr aliviar la presión sobre los sectores más vulnerables .
- El ajuste, a costa de endeudamiento, deja a amplios sectores sin margen: el consumo básico se derrumba y el bolsillo está al límite .
El oficialismo sostiene que este esquema permite sostener la estabilidad cambiaria, manteniendo un dólar barato. Sin embargo, la estabilidad del tipo de cambio ha venido acompañada de un endeudamiento creciente y un debilitamiento de las finanzas públicas . El ajuste sobre los contribuyentes sigue siendo el principal sostén del modelo, ya que los aumentos se trasladan directamente a los consumidores y no se compensan con mejoras en el ingreso.