Acindar, la siderúrgica del grupo ArcelorMittal, detuvo completamente su producción en su planta ubicada en Villa Mercedes, como parte de un ajuste masivo motivado por la baja demanda en la construcción y otros sectores clave del mercado interno.
Según fuentes sindicales, desde ayer la planta entró en paro operativo, afectando al 80 % de su capacidad productiva a nivel nacional y dejando a cientos de trabajadores suspendidos.
La medida implica la suspensión temporal de más de 500 empleados que cubrirán solo parcial o totalmente sus turnos según esquema acordado con el sindicato UOM. El paro se extenderá al menos hasta el 4 de agosto, con consecuencias directas en las subcontratas y contratistas asociados.
La decisión responde a una contracción del 45 % en el volumen de ventas de acero, impactando fuertemente a sectores como la construcción pública y privada, la industria automotriz y ferreterías. La empresa advirtió que esta situación sólo puede revertirse con una recuperación del consumo y reducción de las importaciones.
Repercusiones
Desde la UOM Villa Mercedes, el delegado Matías Ruffini calificó la situación como “dramática e inédita en más de 25 años”. Aseguró que, aunque aún no se registran despidos, el impacto de las suspensiones y retiros voluntarios ya afecta a los trabajadores indirectos y contratistas, que se encuentran en una situación laboral precaria.
La caída del consumo interno y la apertura indiscriminada a importaciones de acero desde China y otros países también está tensionando al sector, según analistas industriales consultados por medios económicos