El batacazo del Auckland City
Boca Juniors, decepcionado, no pudo imponerse y apenas empató 1‑1 ante el semipro Auckland City. Ese resultado le bastó para quedar eliminado del Mundial de Clubes, provocando duras críticas de medios internacionales que lo describieron como “gris, apagado y sumiso”, una “vergüenza” para el fútbol argentino.
River Plate, sin puntería ni fútbol efectivo
El equipo de Marcelo Gallardo perdió 2‑0 frente al Inter de Milán, tras jugar gran parte del partido con diez jugadores y recibir dos expulsiones. Aunque dominó el primer tiempo, no pudo sostener el ritmo y quedó fuera en la fase de grupos.
Reacciones y críticas en redes
Los medios globales fueron implacables: Marca señaló que “no puede ni ganarle al Auckland City”, Diario AS lo calificó de “desastre mundial” y El País afirmó que se “fue por la puerta de atrás”
Gazzetta dello Sport, picante: “argentinos afuera con deshonra… ni siquiera pudo ganar contra el equipo amateur de Auckland”
Benfica, que aseguró su pase, chicaneó: su jugador Gianluca Prestianni se mofó con un emoji y “silencio” en redes, burlándose del impacto de Boca.
Memes y cargadas: en Twitter se viralizaron bromas con frases como “te pensaste que sin lenguaje corporal del conocimiento no le ibas a ganar a los europeos, Gallinardo?”.
Hinchas en el estadio: en el tramo final, el público cantó exigiendo la Copa Libertadores, reflejando el descontento dentro del Monumental.
Gallardo, activo en redes: criticó que en las pantallas del estadio se transmitieran otros partidos en vivo, rompiendo concentración.
El golpe deportivo y económico la salida temprana impacta directamente en ingresos por derechos y ventas relacionadas al torneo, El choque de realidades regionales mientras Boca y River digieren la caída, equipos brasileños como Fluminense, Palmeiras y Flamengo dominaron la fase.
En conclusión, dos gigantes de Argentina dejan el Mundial de Clubes en llamas, entre memes, críticas implacables y mensajes delerosos. El desafío que enfrentan ahora es evidente: reconducirse y volver a sentirse grandes, adentro y afuera de la cancha.
